En el desierto del Rajasthan, la que fué tierra de príncipes y guerreros, con palacios y fortalezas, encontramos Jaipur, su capital. Caracterizada por ser tierra de artesanos y de pequeñas industrias. Repleta de pequeños bazares animados donde se concentra la actividad económica de su población. Y cerca de uno de estos bazares, Chandpole bazar, y en una de sus muchas calles paralelas nos encontramos con éste colegio y con sus afortunados alumnos, que estaban dando clase en ese momento. Afortunados porque están escolarizados.
Se trata de un colegio subvencionado por el gobierno, el cual proporciona educación a sus alumnos, con una escuela, unos profesores y en ocasiones de uniformes. Pero las instalaciones nos impresionaron.
En un principio llegamos con la intención de ofrecer nuestra ayuda con material escolar, uniformes, detectar las ‘deficiencias del colegio’ y cuales podríamos subsanar con el presupuesto que nos quedaba, pues anteriormente ya habíamos colaborado con la casa de acogida de Brahampuri.
Los niños daban clase directamente en el suelo de tierra. Y al raso, o bajo un techo de chapas rotas y sueltas. Así que compramos alfombras para poner en el suelo, material escolar y material de camping para los niños como cantimploras térmicas para conservar el agua fresquita en verano, cajas para el almuerzo, mochilas, pizarras, cuadernos y lápices. Todas las deficiencias que nos manifestaron desde la organización y que pudimos cubrir con nuestro presupuesto. Desgraciadamente siempre quedan cosas por hacer.
En esta ocasión compramos 20 alfombras, 50 pizarras, 80 cantimploras, 80 estuches, 125 mochilas, 200 lápices, 40 paquetes de lápices de colores y 40 cuadernos de dibujo
Marzo 2009